“…Las ventajas de la evaluación formativa y autorregulación en la labor educativa, promueven el aprendizaje significativo del estudiante, favorece un clima de aula eficiente, provee retroalimentación al alumno y al profesor (Marchan & Sanmartí, 2015) potencia la reflexión metacognitiva de estudiantes y profesores, y desarrolla su autonomía (Hinojosa & Sanmartí, 2016) fomenta en los estudiantes un proceso de aprender a aprender y, en el docente de enseñar a pensar bajo un clima de aula dinámico y participativo (Casado, 2018). En suma, el valor de las investigaciones sobre los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación se han estudiado en España (Marchan & Sanmartí, 2015;Hinojosa & Sanmartí, 2016;Panadero & Alonso, 2014;Panadero y Järvelä, 2015;Järvelä, 2015;Fernández, 2017;Trías, 2017;Barrientos, 2019) asimismo en América Latina se tienen los aportes de (Valenzuela, 2018;Zambrano, Albarrán & Salcedo, 2018;Niño, Castellanos &Viloria, 2019;Becerra, Fernández & Pérez, 2018) y en menor medida en Colombia (Reinel, Álvarez & Velásquez, 2018;Hederich, Camargo & López, 2015;Pérez, et al, 2015;Arrieta, S. & Coronado E., 2014). Estos aspectos fundamentan la pertinencia académica, escolar y social de esta propuesta de investigación.…”