Engaging ethnographic fieldwork and archival research conducted between 2010 and 2021 along Latin America’s Interoceanic Highway in Peru’s mineral-rich Amazonian region of Madre de Dios, this article begins with a riddle that equates the exploitation of gold mines with that of women. I follow the riddle—revised and (re)told in rain forest mines, on the highway, by sex workers and Indigenous women leaders—through its different iterations to argue that the traffic in women and the political economy of sex/gender systems are discursively and materially linked with notions of the violability of feminized “nature” and associated racializations. The traffic in women also becomes a traffic in nature when economies of natural resource extraction create the grounds for the sex industry. Traffic as a methodological and analytical framework identifies the social, political, and economic interrelations and linguistic articulations that create (im)mobility, while also promoting reverse-ability. At the same time, this approach acknowledges collisions and jams, the realities of hard endings. Drawing inspiration from subversive retellings of the riddle, the concept of traffic underscores that while discursive framings can condition material possibilities and influence human actions by normalizing exploitation, they need not cement them.
RESUMEN
Integrando datos etnográficos recogidos en campo e investigación de archivo realizados entre 2010 y 2021 en el ámbito de la Carretera Interoceánica Sur, enfocando en la región de Madre de Dios de la Amazonia Peruana, este articulo parte de una adivinanza que equipara las minas de oro y las mujeres. Yo sigo la adivinanza – revisada y (re)contada por trabajadoras sexuales y lideresas indígenas en las minas de la selva y en la Carretera a través de sus diferentes iteraciones para argumentar que la trata de mujeres y la economía política de los sistemas de sexo/género están discursiva y materialmente articulados con nociones de la explotación de la “naturaleza” feminizada y sus racializaciones asociadas. La trata de mujeres es también es un tráfico de «naturaleza» cuando la economía de la extracción de recursos naturales genera las condiciones para la industria sexual. El tráfico como marco metodológico y analítico identifica las interrelaciones sociales, políticas, y económicas y las articulaciones lingüísticas que crean (in)movilidad, mientras promueven la capacidad de revertir. Al mismo tiempo, este enfoque reconoce colisiones y nudos, las realidades de conclusiones inmutables. Desde las versiones subversivas (re) contadas de la adivinanza, el concepto de tráfico destaca que mientras los marcos discursivos pueden condicionar las posibilidades materiales e influenciar las acciones humanas al normalizar la explotación, ellas no deberían consolidarse.