RESUMENLos métodos utilizados actualmente en el tratamiento del cáncer son todavía muy lesivos para el organismo y en muchas ocasiones poco efectivos. Los tumores sólidos con zonas de hipoxia presentan los mayores inconvenientes para su resolución. En las investigaciones sobre alternativas para su tratamiento, son muchos científicos los que apuestan por el uso de bacterias y por sus formas de resistencia, los esporos.Diferentes investigaciones realizadas han comprobado las ventajas del empleo de esporos bacterianos (Clostridium novyi-NT, Clostridium sporogenes ATCC13732, y Clostridium beijerinckii NCIMB 8052). Se caracterizan por ser estables hasta alcanzar zonas con las condiciones concretas permisivas para su germinación (hipoxia), por lo que pueden ser administrados por vía sistémica. El efecto antitumoral producido se basa en la producción de enzimas hidrolíticas (proteasas, nucleasas y lipasas) y, en la competición entre la bacteria y las células neoplásicas por los nutrientes. Así mismo, mediante técnicas de modificación del genoma, se han podido suprimir los genes perjudiciales e insertar diversos genes y plásmidos terapéuticos de acción selectiva en el tumor. Y por último, pueden combinarse con otros tratamientos (COBALT combination bacteriolytic therapy).El uso de esporos modificados genéticamente supone un nuevo horizonte en el tratamiento del cáncer, sobre todo en regiones inaccesibles del tumor.Palabras clave: esporos, cáncer, Clostridium novyi -NT,