“…Entre 2010 y 2015, el Estado asumió un rol expansivo con amplio protagonismo en el fomento de numerosas series de ficción, buscando, asimismo, descentralizar los polos productivos al favorecer un financiamiento federal. Esta política cultural atravesó luego una etapa de retracción entre 2016 y 2019, tras un recambio en la conducción del Gobierno nacional (Carboni y Rivero, 2021Rivero, 2018). También las decisiones de programación de los principales canales privados de televisión abierta afectaron a la baja la presencia de ficciones de producción local, en particular a partir de 2015, cuando se verifica la emisión de un número significativo de ficciones turcas y de otros países poco usuales, como la India o China (Aprea et al, 2016).…”