Resumen: Esta investigación se propone describir las formas lingüísticas de la referencia personal y las funciones narrativas (orientación, episodios, etc.) que se despliegan después de la infancia. Se analizaron 160 relatos orales y escritos de 80 nativos del español peninsular (40 hombres y 40 mujeres), pertenecientes a cuatro niveles de edad/ escolarización: 9,12 y 16 años más un grupo de adultos universitarios (25-30 años). Cada participante produjo un texto oral y otro escrito sobre un tema elicitado por un video sobre los conflictos interpersonales en una escuela. Los resultados muestran que el efecto de la edad es significativo en la configuración estructural de las narraciones, particularmente respecto de los componentes eventivos y evaluativos. Se observa también que los niños de 9 y 12 años introducen mucha información que elaboran poco y utilizan los episodios y la complicación tanto para introducir como para mantener los referentes. En cambio, los grupos mayores introducen pocos referentes que mantienen eficientemente a lo largo del discurso y destinan distintos componentes estructurales para introducir la referencia y para mantenerla. Se concluye que después de los 10 años hay cambios significativos en la producción del discurso, vinculados con distintos modos de procesamiento, que corroboran la idea del desarrollo lingüístico como un proceso prolongado que se extiende hasta la adultez.Palabras Clave: Desarrollo tardío del lenguaje, narración, referencia personal.