“…En relación con los datos de los estudiantes, existen diferentes posibilidades, es decir, diferentes tipos de datos que se pueden utilizar. Por ejemplo, se pueden utilizar las respuestas a los estudiantes a encuestas que pretenden obtener información relacionada con sus intereses y objetivos de aprendizaje, tal y como sucede en Baalsrud-Hauge et al (2015); también se pueden utilizar sus notas, como ocurre, por ejemplo, en van der Laan Smith y Spindle (2007); o se pueden usar los datos relacionados con la interacción de los estudiantes con los recursos educativos como, por ejemplo, los vídeos, como ocurre en Mirriahi, Liaqat, Dawson y Gašević (2016), o los ejercicios, tal y como sucede en Gauch, y Biswas (2016).…”