“…Tan reduccionista sería adoptar la primera postura como la segunda dado que la primera, emergente a partir del impacto del constructivismo vygotskiano, supone infravalorar lo que de creativo, innovador y autogestor tiene el sujeto quien modula, elabora y trasciende lo social e incluso lo regula (Bidell y Fischer, 1997;Sastre y Verba, en prensa;Sastre y Pastor, 2001). Por su parte, negar la importancia del entorno es inconcebible en la Psicología del desarrollo actual (Sternberg y Grigorenko, 1997; Ceci,) incluso desde ámbitos genetistas (Plomin y Petrill, 1997), aferrarse a ello sería como aferrarse ciegamente a las premisas ortodoxas piagetianas que hoy han sido ya matizadas, criticadas o revisadas por sus colaboradores y seguidores (Mounoud, 1994;Verba, 1994, Karmiloff-Smith, 1994Langer y Killen, 1998;etc.).…”