C on cierta frecuencia se han comunicado personas que desarrollaron estados de conciencia alterada, después de exposiciones accidentales o voluntarias a gas licuado de petróleo (GLP), donde no se pudo comprobar hipoxia o intoxicación con monóxido de carbono como causa subyacente. Estas comunicaciones han permitido establecer que el propano, principal componente del GLP, puede producir efectos deletéreos sobre el sistema nervioso central (SNC) traducidos en alteración de la vigilancia, estados alucinatorios y eventuales daños estructurales cuyos mecanismos patogénicos no están aún completamente dilucidados 1,2 .El gas licuado de petróleo es una mezcla comprimida de hidrocarburos alifáticos de cadena corta que en Chile está compuesto por 70% de propano, 30% de butano y cantidades menores de otros hidrocarburos. Experimentalmente en concentraciones de 1.000 ppm el propano es incapaz de producir asfixia por bloqueo en el consumo de oxígeno 3 .En cambio, su alta lipofília permite que la aspiración de GLP impregne con rapidez tejidos con contenido graso, alcanzando elevadas concentraciones en hígado, cerebro, tejido subcutáneo y corazón 4 . Se le ha imputado la génesis de hepatopatías, encefalopatías y arritmias 5 además de su reconocida capacidad para generar estados alucinatorios que explica su uso como estupefaciente en cárceles de Estados Unidos de Norteamérica 6 .Estos hidrocarburos de cadena corta son automáticamente metabolizados por el hígado, haciendo que la vida media del gas en el organismo no supere la hora, encontrándose posteriormente sólo residuos alcohólicos y cetónicos del gas 7,8 . El isopropanol y el butanol son alguno de los metabolitos identificados, alcoholes que tienen especial afinidad por el hipocampo y el bulbo olfatorio 9 .El isopropanol es un alcohol que tiene di-