The presence of mutilations in the form of tattooing and body piercing is becoming increasingly common in adolescents, a practice that is not free of risk. Reported complications include local infections, bleeding, tearing, hypersensitivity reactions, transfusion-transmitted diseases (hepatitis B virus, hepatitis C virus, HIV, syphilis) (Rev Méd Chile 2006; 134: 1322-29 a modificación del aspecto externo es una característica humana y universal, que incluye joyas, vestimentas, peinados y métodos más inusuales, como las mutilaciones del cuerpo humano. Cualquier mutilación implica cortar, cercenar o lesionar de forma permanente una parte del cuerpo, entre las que se distinguen las deformaciones esqueléticas, dentarias, circuncisión, ablación del clítoris, escarificación, tatuajes y perforaciones o piercings. Estas prácticas datan desde el neolítico en lo que se refiere a tatuajes; y se conocen ejemplos de los indígenas americanos de la era precolombina con perforaciones 1,2 . En los últimos años han aumentado en la sociedad occidental, especialmente entre los adolescentes.Se estima que 10% a 16% de los jóvenes entre 12 y 18 años, y 3% a 8% de la población general tienen tatuajes 2-4 .Existen estudios epidemiológicos que definen la asociación entre tatuajes y perforaciones, con infección por virus hepatitis B (VHB), hepatitis C (VHC), VIH y sífilis. Esto ha adquirido importancia en Salud Pública, ya que en muchos países, quienes poseen tatuajes o perforaciones están inhabilitados para donar sangre. Por otra parte, se ha evaluado la asociación entre conductas de riesgo y la presencia de mutilaciones corporales, especialmente en adolescentes.Otro punto importante son las complicaciones médicas reportadas como consecuencia de tatuajes y perforaciones, entre las que se encuentran infecciones bacterianas, sangrado, desgarros de tejidos, reacciones de hipersensibilidad, cicatrices y lesiones orales y dentales, que motivan la consulta al especialista.
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