Introducción. El cáncer de mama es el cáncer que más afecta a las mujeres. Se estima que 1 en 8 mujeres desarrollarán cáncer de mama eventualmente. Una de las herramientas contra el cáncer de mama es crear estrategias de detección temprana de la enfermedad, y la mamografía ha demostrado ser de mucha utilidad. El objetivo del estudio fue determinar la frecuencia de la mamografía, ecografía, examen clínico y autoexamen mamario, y evaluar su uso como pruebas de tamización para cáncer de mama en una cohorte de pacientes atendidas en la Clínica del Prado en Medellín, Colombia. Metodología. Estudio descriptivo, transversal, efectuado a través de encuesta en 318 usuarias atendidas entre junio y diciembre de 2018. Se estimó la frecuencia de los diferentes métodos de tamización y se evaluaron las características sociodemográficas, antecedentes personales y antecedentes familiares. Adicionalmente, se buscó si había asociación significativa entre la práctica de la mamografía como prueba de tamización y las variables de estudio. Resultados. La media de la edad fue de 44,2 años. El método de tamización más usado fue el autoexamen (70,1%), en su mayoría mensual (76,7%), seguido por la mamografía (56%), en su mayoría ocasional (46%). El examen clínico de mama (ECM) se utilizó en el 45,9% de las pacientes, con una frecuencia anual en el 50% de ellas. Por último, la ecografía de mama se practicó en el 43,1% de las encuestadas, con una frecuencia en su mayoría ocasional (39,4%). Se realizó un análisis independiente para mujeres entre los 50 y 69 años, y aunque el 93,8% se habían realizado la mamografía, solo el 9,3% lo hizo bienal, como lo recomienda el Ministerio de Salud y Protección Social. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre las variables de estudio y la realización de la mamografía como método de tamización. Conclusión. En la población estudiada, el autoexamen de mama es realizado por la mayoría de las mujeres con una frecuencia mensual. La frecuencia de la mamografía, el ECM y la ecografía de mama fue muy similar, y se esperaba encontrar un mayor porcentaje de mamografías realizadas como prueba de tamización. Se requiere fortalecer esta estrategia efectiva para la detección temprana de cáncer de mama, teniendo en consideración la situación particular de cada paciente, la efectividad y beneficio de la técnica, así como los costos asociados.