ResumenEste artículo explora el amplio debate internacional mantenido por historiadores contemporaneístas en torno a la tesis de la "brutalización", popularizada por George L. Mosse a partir de su libro Soldados caídos (1990), y según la cual la experiencia de guerra de los soldados del frente en la Primera Guerra Mundial habría sido la causa de los altos niveles de violencia política de la República de Weimar y, por ende, el origen del nacionalsocialismo y el genocidio. El artículo clarifica las raíces de la interpretación mosseana, analiza las críticas, reformulaciones y usos de la "brutalización" y concluye que el fuerte debate mantenido, a pesar de no alcanzar consenso, terminó por consagrar una noción sugerente, aunque obscura y de cuestionable capacidad analítica, en el lenguaje profesional de los historiadores.