Buenas prácticas educativas como motor de cambio en la atención del alumnado con enfermedades minoritarias

Abstract

Inclusive good practices are successful actions or experiences that can be replicated to ensure educational quality for all. However, there is a paucity of data that identify what characteristics these practices should include to support students within an inclusive educational centre. This paper presents the meaning of good inclusive educational practices with special attention to students affected by rare diseases. The aim is to identify and characterise good practices within the framework of an inclusive school. A qualitative methodology is used and, as of different case studies from eight autonomous regions, it is introduced how participants conceptualise in general inclusive practices, and in particular with students with rare diseases. The results highlight the complexity and heterogeneity of the concept of good practices, the involvement of schools by introducing changes in their organisation and functioning, in the supports and in the organisation and methodologies of the classroom. However, these actions need to be extended to the entire educational system, with a profound change in its structure. And further work needs to be done to find out what are the best practices for teacher training based on inclusive education. Las buenas prácticas inclusivas son actuaciones o experiencias exitosas que se pueden replicar para asegurar la calidad educativa para todos. Sin embargo, hay escasez de datos que identifiquen cuáles son las características que realmente deben incluir estas prácticas para apoyar al alumnado dentro de un centro educativo inclusivo. En este trabajo se presenta el significado de buenas prácticas educativas inclusivas con especial atención al alumnado con enfermedades minoritarias. El objetivo es identificar y caracterizar buenas prácticas en el marco de una escuela inclusiva. Se utiliza la metodología cualitativa a partir de distintos estudios de caso de ocho Comunidades Autónomas, para conocer cómo los participantes conceptualizan las prácticas inclusivas en general y, en particular, con el alumnado con enfermedades minoritarias. Los resultados ponen de manifiesto la complejidad y heterogeneidad del concepto de buenas prácticas, la implicación de los centros escolares introduciendo cambios en su organización y funcionamiento, en los apoyos y en la organización y metodologías del aula. Con todo, se necesita que estas acciones se hagan extensivas a todo el conjunto del sistema educativo, modificando profundamente su estructura y seguir tratando de conocer cuáles son las mejores prácticas para la formación docente basada en la educación inclusiva.