“…De modo consistente, hemos desarrollado ya en varios trabajos anteriores (Cardeillac, 2020a;Cardeillac, 2020b) un esquema de análisis que genera dos grandes tipos sociales agrarios que distinguen entre formas empresariales y familiares de producción. Estos dos tipos se diferencian en función de la organización social del trabajo en la explotación, lo cual operativamente implica que, si el 50 % o más del trabajo total de la explotación corresponde a trabajo no remunerado, las explotaciones son clasificadas como formas de producción familiar, mientras que, si la mayoría absoluta del trabajo es asalariado, corresponderán a formas empresariales de producción (Chayanov, 1966;Mann y Dickinson, 1978;Deere y de Janvry, 1979;Archetti, 1981;Astori, Pérez Arrarte, Goyetche y Alonso, 1982;Piñeiro, 1985;Murmis, 1986;Lamarche, 1993;Djurfeldt, 1996;Oya, 2004).…”