“…Por otra parte, a la vista de los datos disponibles hasta la actualidad, ninguno de ellos, no obstante, representativo de una investigación que pueda considerarse de nivel de evidencia I, los tumores c-erbB-2 positivos, más que resistentes a la quimioterapia -como se pensaba especialmente de su interacción con las variantes del CMF-serían sensibles, e incluso hipersensibles, a los tratamientos adyuvantes basados en la adriamicina. En efecto, tres grupos cooperativos han revisado los resultados de ensayos con pacientes tratadas en alguno de sus brazos con combinaciones quimioterápicas que incluían adriamicina en función del estado del c-erbB-2: el CALG-B, el NSABP y el SWOG; y los tres han publicados conclusiones acordes con esta hipótesis[58][59][60] .De tal manera que, con apoyos recientes de otros estudios 61 , y con excepciones62 , la evidencia actual, aunque incompleta, sugiere que para la mayoría de los pacientes c-erbB-2 positivos, con cánceres de mama para los que esté indicada la quimioterapia adyuvante, son apropiados esquemas terapéuticos que contengan una antraciclina. Sin embargo, son necesarios estudios prospectivos para determinar inequívocamente que la positividad del c-erbB-2 permite seleccionar regímenes específicos de quimioterapia17 .Por último, sostenida por estudios de poca calidad, la evidencia actual también parece apoyar cierta resistencia a la hormonoterapia de los cánceres de mama c-erbB-2 positivos 48 , aunque debe prevalecer la certeza de que los pacientes RE y/o RP positivos deben ser tratados hormonalmente cuando está indicado, independientemente del estado del c-erbB-213 .Otros biomarcadoresVarios biomarcadores, además de los previamente evaluados, han sido propuestos como factores predictivos para la hormonoterapia -pS2, EGFr,TGFa, marcadores de proliferación (fracción en fase S, Ki67/MiB1, PCNA, TLI), factores de metástasis (uPA, PAI-1)-y para la quimioterapia -p53, bcl2, marcadores de proliferación, proteínas del shock por calor-.…”