Introducción: La calidad de sueño no solamente es fundamental como factor determinante de salud, sino que es además, un elemento propiciador de una buena calidad de vida. Entendido así, el sueño es un estado funcional, reversible y cíclico. Múltiples investigaciones demuestran que existe una estrecha relación entre las alteraciones del sueño y el estado de salud físico y psicológico de un individuo. En los adultos jóvenes se estiman altas prevalencias de alteraciones en los patrones de sueño, en especial en población universitaria, en la que se observa cada vez con mayor frecuencia. Es así como en el entorno universitario, la calidad de sueño influye en el rendimiento académico, emocional y social. Objetivo: Determinar la calidad de sueño en estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad de Boyacá. Materiales y métodos: el estudio se enmarcó dentro del paradigma cuantitativo, bajo el enfoque metodológico empírico analítico. Se trabajó desde un diseño no experimental de alcance descriptivo con fase correlacional de corte transeccional, con una muestra de 388 estudiantes universitarios de la Facultad de Ciencias de la Salud, obtenida por muestreo probabilístico estratificado. La información se recolectó a través del cuestionario de Índice de calidad de Sueño de Pittsburgh y se realizó análisis exploratorio para las variables cuantitativas. Para las variables cualitativas se analizaron frecuencias relativas y para la fase de correlación la prueba de significancia estadística Chi cuadrado. Resultados: Se encontró una edad promedio de 22 años, en su mayoría mujeres (82,5%), pertenecientes en gran proporción al programa de Medicina (42,0%), distribuidos de manera homogénea entre III y VIII semestre, dado que la proporción de estudiantes fue similar 13,7 - 14,4%. La calidad de sueño fue mala en el 58% de los casos, clasificándose como malos dormidores, mientras que para el 42% es buena la calidad de sueño, es decir, tienen un buen dormir. Conclusiones: la población estudiada estuvo conformada por estudiantes de los 6 programas académicos de la facultad de Ciencias de la Salud, que se caracterizó por ser en su mayoría mujeres, con edad promedio de 22 años. La calidad de sueño en su mayoría fue mala, lo que induce a la clasificación de malos dormidores. Así mismo, con respecto a los componentes del cuestionario de Pittsburgh, los estudiantes consideran de manera subjetiva que su calidad de sueño es buena. Finalmente, en la población estudiada no se evidenció relación estadísticamente significativa entre la calidad de sueño y el semestre académico cursado.