La introducción de las redes generativas antagónicas en el mundo del arte ha revitalizado la clásica pregunta: ¿puede una máquina crear arte? Estos algoritmos requieren una mínima intervención humana para funcionar, por lo que sus creaciones se consideran CG-art. En esta clase particular de arte los computadores no son una herramienta al servicio humano, sino un agente creativo autónomo. Por otro lado, estudios cognitivos recientes han demostrado que las personas son escépticas ante la idea de que una máquina pueda crear arte. Este artículo tiene como objetivo mostrar que el CG-art no puede excluirse arbitrariamente del dominio artístico. Para ello se utiliza la distinción hecha por Dickie entre teorías del arte de tipo natural y cultural. Luego, utilizando el concepto función de estatus de Searle, se propone considerar al arte como un fenómeno independiente del lenguaje. Complementando ambos enfoques sostengo que, la teoría idónea para explicar el fenómeno del CG-art es del tipo natural. Esto implica que la sociedad no puede negar el carácter de arte a estas creaciones algorítmicas. Así, la idea de que las máquinas pueden crear arte es fortalecida.
Palabras clave: CG-art, teoría de arte, filosofía social, Searle, función de estatus