“…Por otro lado, la mayoría de las investigaciones se centran en áreas metropolitanas, por tanto, es de importancia evaluar la contaminación del aire en ciudades pequeñas, realizando comparaciones en relación al tamaño de áreas urbanas (66) ; a la vez, explicar la baja reducción de PM10 en comparación con NO2 y el carbono negro (12) , así como monitoreo y especiación de los hidrocarburos no metánicos (HCNM) debido a que los niveles de ozono se relacionan con el aumento entre los HCNM /NOx (67) . De igual manera, se requiere futuras investigaciones para entender mejor las fuentes de emisión y química atmosférica (68) , por lo tanto estudios en laboratorio son imprescindibles, donde se exploren los mecanismos subyacentes de la exposición a concentraciones de contaminantes como PM2.5, PM10, CO, NO2 y O3, los cuales se asocian a un mayor riesgo de infección por el COVID-19 (9,51) . Finalmente, se debe incluir una evaluación del impacto de la contaminación del aire en relación a aspectos epidemiológicos y mortalidad por COVID-19 en base a densidad poblacional, segregación racial y nivel socioeconómico (69,70) .…”