“…Por lo general, las evaluaciones de estos programas indican que existe un efecto significativo, aunque modesto, para los menores en las áreas conductual, socioemocional y académica (con valores de la g de Hedges entre 0.18 a 0.21; Raposa et al, 2019y DuBois et al, 2011, 2002a. Por ejemplo, algunos trabajos han demostrado el impacto positivo de la mentoría para fortalecer la salud mental de los menores en situación de riesgo (Barry et al, 2018;Erdem et al, 2016;Bowers et al, 2015), incluyendo un aumento de la autoestima (Alarcón et al, 2021;Marino et al, 2019;Lee et al, 2015;Karcher, 2008) y una mejora de la percepción que tienen éstos de las relaciones con sus padres, sus iguales y otros adultos (Chan et al, 2013;Karcher, 2005;DuBois et al, 2002b;Rhodes et al, 2000). Otros estudios también sugieren que puede disminuir los problemas de comportamiento externalizantes -como el uso de la violencia (Jolliffe y Farrington, 2008) o el consumo de sustancias (Erdem y Kaufman, 2020)-, mejorar el rendimiento escolar (Herrera et al, 2011) y favorecer la implicación en redes locales (Raithelhuber, 2021;Shier et al, 2018;Stanton-Salazar, 2011;Erickson et al, 2009).…”