El objetivo de esta reflexión es delimitar estrategias de prevención y formación a profesionales sanitarios sobre el cáncer y sus factores de riesgo, pretendiendo que se involucren más en la promoción de la salud y en la prevención del cáncer, para ayudar a la población a comprender los riesgos individuales e implementar hábitos de vida saludables mantenidos en el tiempo. La prevención presenta una oportunidad para disminuir la carga global que supone el cáncer. En concreto, la prevención primaria, más accesible y menos costosa que la detección precoz del cáncer, podría ayudar a disminuir hasta un 40% de los casos de cáncer que se consideran relacionados a causas modificables como hábitos de vida. Los enfermeros poseen un rol fundamental en la prevención primaria, pero para ello, estos profesionales de la salud, deben tener conocimientos sobre los factores de riesgo del cáncer, comprender cómo se cambian los hábitos de vida y aceptar el papel que tienen en la educación para la prevención.