“…Los trabajos publicados hasta el momento muestran que las características personales de los candidatos importan no solo por la valoración que los ciudadanos pueden hacer de ellas, sino porque influyen en el apoyo a los partidos (Abney et al, 2013), la decisión del voto (Kulisheck y Mondak, 1996;Prysby, 2008;Welch y Hibbing, 1997) tiene implicaciones en las posibilidades de reelección (Abramowitz, 1991;Finan y Ferraz, 2005;Stone et al 2004), en la selección de candidatos (Galasso y Nannicini, 2011), en los resultados de elecciones primarias (Mondak, 1995;Welch y Hibbing, 1997), en la campaña electoral (Hayes, 2005;Funk, 1997Funk, y 1999 o en las posiciones ideológicas de los partidos (Stone y Simas, 2010). A pesar de estos hallazgos, el tema ha sido relegado a un segundo plano en la literatura, pero los investigadores subrayan que la evaluación de estas cualidades no debe ser juzgada como una actividad superflua 1 , sino que debe ser entendida como 1 Por ejemplo, en el modelo espacial de Downs se considera el voto no ideológico como un voto irracional.…”