Se presenta en este trabajo los resultados del análisis del contenido microfósil del tártaro dental de 49 individuos procedentes de 17 sitios arqueológicos del archipiélago de Chiloé y de los Chonos con cronologías entre ~4400 a 300 años cal AP. Evaluamos la información obtenida anteriormente sobre los valores δ 13 C y δ 15 N de isótopos estables en el que se revela una dieta eminentemente marina para estos grupos cazadores recolectores, señalando la invisibilización del uso/consumo de recursos vegetales en relación a la dieta predominante. La integración de esta línea de evidencia ha permitido registrar el consumo alimenticio de algas marinas, plantas silvestres y domesticadas, algunas con propiedades medicinales y psicoactivas, además del uso parafuncional de la cavidad bucal de acuerdo a la presencia de restos asignables a tallos de plantas usadas en la confección de cestería. Por último, la identificación de la ingesta de plantas domesticadas en el archipiélago septentrional, constituye un bio-indicador arqueológico que permite proyectar contactos entre diferentes trayectorias culturales, la de los grupos canoeros y hortícolas, a través de la secuencia temporal.Palabras claves: Patagonia occidental, Holoceno Medio/Tardío, dieta, cazadores recolectores marinos, tártaro dental humano, paleoetnobotánica.
This paper presents the results of the study of the microfossil content of the human dental calculus of 49 individuals from 17 archaeological sites of the Chiloé and LosChonos archipelago with chronologies between ~4400 to 300 years cal BP. The previous δ 13 C and δ 15 N stable isotope values of the inhabitants of this area revealed an eminently marine diet for these hunter gatherers. Nevertheless, in relation to their predominant diet, the consumption of plant resources has remained unseen. The integration of this type of evidence has allowed us to detect the consumption of seaweed, wild and domesticated plants, some with medicinal and psychoactive properties, in addition to the functional use of the oral cavity based on the presence of remains of plant stems used in basketry. Finally, the presence of domesticated plants in the northern archipelagos constitutes a bio-indicator of archaeological remains that allows us to project contacts between different cultural pathways of the marine hunter gatherers and horticultural groups throughout the temporal sequence.