Antes que nada, agradezco infinitamente a Dios por guiarme y darme está oportunidad de realizar una maestría en el extranjero en una de las mejores universidades de América Latina, que sin duda alguna se convertirá en una experiencia inolvidable y llena de aprendizaje para mi vida. Después, pero con la misma importancia, este logro es también de mi familia, especialmente mis padres quienes me apoyaron desde el principio y aún lo siguen haciendo, sin lugar a dudas sin ellos esto no habría sido posible y les estaré eternamente agradecida por embarcarse en este sueño junto a mí. A pesar del constante dolor en el corazón por estar lejos de ellos, sé que fue la decisión correcta y sé que fue lo mejor para mí. Espero de todo corazón algún día retribuirles al menos una pequeña porción de todo lo que me han brindado. A mi compañero de vida, también le debo un agradecimiento gigante, a pesar de que hubo momentos difíciles en los cuáles la distancia simplemente empeoraba cualquier panorama, él siempre se mantuvo con firmeza a mi lado, tanto así que decidió venir a acompañarme y a apoyarme incondicionalmente; cambiando su familia, sus comodidades, sus amigos y su vida por estar a mi lado. Esta maestría ha sido de las más grandes muestras de amor que ha tenido nuestra relación y puedo decir con certeza que ninguno de los dos volverá a Colombia siendo los mismos de antes, volveremos con una madurez increíble tanto a nivel individual, como de pareja que no hubiéramos podido adquirir de ninguna otra manera. Así mismo, sin la ayuda de mis compañeros de maestría con quiénes compartí momentos felices, momentos de desespero, momentos de incertidumbre, entre otros, está experiencia no hubiera sido completa. Gracias a ellos que me acogieron y me aconsejaron siempre que lo necesité, me hicieron sentir parte de algo, me hicieron olvidar de los momentos de soledad y por ello los llevaré siempre en mi corazón. De la misma manera, les debo un enorme Gracias a los docentes de la maestría, personas de las cuáles aprendí demasiado, tanto dentro como fuera de la misma, de cada uno me llevo lo mejor y para mí es muy satisfactorio que aún existan profesores con ese amor por la profesión. Especialmente, debo agradecerle a mi tutora Cecília, quién siempre estuvo pendiente de mi proceso de una u otra manera, siempre disponible para aclarar dudas, para realizar correcciones constructivas y hasta para darme calma en los momentos de desespero y ansiedad. Finalmente, gracias a la vida misma, que me permitió realizar esta maestría y con ella esta experiencia que con seguridad nunca olvidaré, aprendí infinidad de cosas nuevas, tuve infinidad de nuevas experiencias, aprendí cosas nuevas de mi misma, cada día fue un reto, fueron dos años llenos de buenas y malas experiencias, pero todas con un legado de aprendizaje enorme. Con seguridad estudiar una maestría en la USP es de las mejores decisiones que he tomado en la vida, así como aprendí demasiadas cosas de Brasil, también reaprendí muchas cosas de Colombia. Gracias a la USP y a Brasil por darme esta opo...