Este trabajo presenta parte del proceso creativo basado en la aplicación del operador técnico de disponibilidad, concepto que aplica Vinciane Despret para referirse a la manera en que los vivos tienen de dar espacio (efectividad) a los muertos en el transcurso de sus vidas. A partir de su identificación en los trabajos Diario de duelo de R. Barthes, Filosofía en días críticos de C. Maillard y Ritual de duelo de I. de Navera, el autor aborda su propio proceso de duelo desde la práctica del dibujo.
Se expondrá un procedimiento autogenerativo que entiende el dibujo como un modo de ordenamiento de emociones convulsas. Como dibujo emocional, pretende servir para dejar los pensamientos en segundo plano y ejercitar la subjetividad a partir de la gestión de los sentimientos, consiguiendo que se potencie su autonomía en procesos mentales delicados.
Para sostener la coherencia, este texto está producido desde una redacción afectiva que convive con la literatura académica, con la intención de reclamar un espacio a las emociones en los ámbitos académicos, especialmente cuando se aborda desde las artes temas relativos a la salud mental.