“…Es necesaria la calibración de los dispositivos utilizados para la medición de glucosa como el glucómetro (Accu-Check), este dispositivo tiene una variabilidad del 10% en tiras reactivas en comparación con los de laboratorio central, la hemogasometría es otra opción, es importante saber que el edema periférico, la hipoperfusión, los fármacos vasoactivos, el hematocrito entre 22% a 55% son los factores que pueden influir en la exactitud del resultado de la medición de la GS. 5,7 Para el control de la GS es recomendable el uso de un protocolo de infusión continua de insulina 10 en un periodo de 24 a 48 horas, 11 mediante la siguiente escala: si el primer episodio es >150 mg/dL pero <300mg/dL se administra un bolo, si es >300mg/dL se inicia infusión; cuando la segunda medición es >150 mg/dL y <250 mg/dL se recomienda tratar con un bolo, pero si es >250 mg/dL se inicia una infusión; finalmente, si en una tercera valoración se encuentran niveles >150 mg/ dL y <200 mg/dL se administrará un bolo, pero si los niveles oscilan por arriba de los 200 mg/dL es recomendable iniciar infusión 12 o, en su caso, se puede hacer el control glucémico por peso, es decir 0.5 UI/Kg. 13,14 Los predictores para la transición exitosa de insulina intravenosa a subcutánea son variables, pero pueden incluir: cirugía sin complicaciones, pacientes que no requieren ventilación mecánica continua, traslado temprano a la UCI, recepción de 2 unidades/hora o menos de Infusión de insulina tras la conversión a insulina subcutánea, glucemia 130 mg/dL o menos al momento de la transición, y dosis basal de insulina 48 unidades/día o menos, calculado a partir de infusión continua de insulina.…”