“…La producción de llantas emplea el 65 % de plástico sintético a nivel mundial (Zheng et al, 2022) y una vez se cumple la vida útil de las mismas, el 90 % del plástico vulcanizado no se recupera con facilidad (Adhikari y Maiti, 2000;Peláez Arroyave et al, 2017), situación que impulsa los estudios acerca de opciones de disposición adecuadas para los desechos (Bakshi et al, 2011) en razón a los grandes volúmenes que se generan (Moasas et al, 2022), a las características de no biodegradabilidad (Xu et al, 2021) y de impermeabilidad (Thomas et al, 2016) de estos residuos, así como por la problemática asociada a su inadecuada disposición a cielo abierto (Rodrigues André y Galal Aboelkheir, 2022), que hace que puedan servir de albergue de roedores, serpientes (Yang, 1993) y otras especies que buscan lugares oscuros para reproducirse (Salinas Tacumá et al, 2019) así como también pueden favorecer la conflagración en épocas secas (Jang et al, 1998). En la Tabla 1 se resumen aspectos relevantes de estudios adelantados sobre aprovechamiento de llantas; su variedad refleja el interés en la reutilización y disposición de este tipo de residuos (Lara Guerrero et al, 2020).…”