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Recibido: 07 de marzo de 2016Aceptado: 09 de abril de 2017
ResumenObjetivo: determinar la relación entre el tipo de patrones alimentarios y la prevalencia de síndrome metabólico en adultos de la zona sur oriental del Perú. Materiales y métodos: El estudio fue de enfoque cuantitativo, de diseño no experimental, de corte transversal y de tipo correlacional porque buscó determinar la relación entre los patrones alimentarios y la presencia de síndrome metabólico. La muestra se seleccionó mediante muestreo no probabilístico a conveniencia del investigador, según criterios de inclusión y exclusión, conformado por 130 adultos. Resultados: La prevalencia del síndrome metabólico en la población estudiada fue de un 27%. El 60,2% presentaron un patrón omnívoro, entre occidental y mediterráneo, 39,2% patrón alimentario vegetariano, correspondiente al lacto -ovo -vegetariano y vegano. Hubo relación estadísticamente significativa entre patrones alimentarios y los indicadores de síndrome metabólico (p< 0.05). Conclusión: existe relación significativa entre patrones alimentarios y síndrome metabólico en los participantes, donde aquellos que tuvieron adherencia a un régimen alimenticio saludable (lacto -ovo -vegetariano y vegano) mostraron menor prevalencia (1,5%) de síndrome metabólico, contrastado con el patrón occidental (23,1%).
IntroducciónEl Síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones y desórdenes metabólicos, posee relevancia clínica debido a su asociación con enfermedades crónicas no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus tipo 2 que tienen gran incidencia en la población (Lizarzaburu, 2013), puesto que, fueron responsables del 68% de las muertes a nivel mundial en el 2013 en la mayoría de países en vías de desarrollo, según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) La aparición del síndrome metabólico se debe a una interacción de factores de riesgo biológicos (sexo, edad y predisposición genética) de característica no modificable y factores conductuales como el patrón alimentario (Menéndez et al., 2005). Por otro lado, la rápida urbanización junto con cambios en la economía, la industrialización y globalización de mercados han repercutido en los patrones alimentarios y estado nutricional de las poblaciones. Este contexto produce un incremento en el consumo de dietas altas en calorías, bajas en fibra y a base de productos de origen animal con alto contenido en grasas saturadas que están relacionadas con alteraciones del estado(