En Latinoamérica, los territorios indígenas y campesinos enfrentan graves problemas que generan numerosos conflictos ambientales. En estos territorios, con frecuencia las comunidades padecen situaciones graves de pobreza y exclusión social, carecen de los medios necesarios para hacer frente al deterioro ambiental causado por empresas y otros actores, y no cuentan con el estado para solucionar sus problemas. Por ello, diseñar e implementar participativamente programas de mapeo y monitoreo territorial en estas comunidades, puede resultar muy útil para generar evidencias de los impactos causados y, así, enfrentar un conflicto ambiental con mayores garantías de éxito. En estos casos, pensamos que la utilización comunitaria de vehículos aéreos no tripulados (drones), puede resultar en una innovación social con potencial para desequilibrar la balanza de fuerzas a favor de una comunidad. No obstante, creemos que este desequilibrio también puede darse en sentido inverso, es decir, en contra de la comunidad, dependiendo de diversos factores internos y externos. Con el objetivo de dilucidar el potencial de la herramienta en una situación de conflicto ambiental, en este estudio describimos dos experiencias en México en las que capacitamos a una comunidad indígena en situación de conflicto ambiental en el uso de un dron. Extraemos de ellas varios aspectos para la reflexión e identificamos algunos retos y oportunidades que consideramos de particular relevancia con respecto al objetivo planteado.