Las manifestaciones cutáneas relacionadas a la infección por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de COVID-19, se han descrito entre el 0,2% y 20,4% de las personas que cursan con esta enfermedad. Las más frecuentemente descritas son: lesiones maculopapulares (47%), lesiones acrales eritematosas con vesículas o pústulas (pseudoperniosis) (19%), urticariales (19%), lesiones vesiculosas (9%) y livedo/necrosis (6%). En particular, la pitiriasis rosada es una dermatosis autolimitada de etiología desconocida, sin embargo, se ha visto asociada a la infección por SARS-CoV-2, con algunos reportes de casos en la literatura. El mecanismo fisiopatológico de las lesiones cutáneas en COVID-19 no es claro, y se han planteado algunas teorías, entre las cuales está el papel que juega la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) utilizada por el virus para infectar las células, los infiltrados linfocíticos, los depósitos de factores del complemento en la piel, y la reactivación de virus latentes como los herpes virus humanos. Se presenta el caso de una paciente con pitiriasis rosada asociada a COVID-19 y se describen los casos reportados hasta la fecha.