La generación de residuos sólidos producidos, principalmente, por las actividades diarias del hombre implica una problemática a nivel mundial. En Colombia se generan 7.549.093 toneladas al año de residuos sólidos orgánicos (DANE, 2016); en Cundinamarca, la producción de estos se encuentra alrededor de 0,7 kg/hab día (Castañeda-Torres & Rodríguez-Miranda, 2017). El departamento de Cundinamarca se caracteriza por presentar una participación significativa en la economía del país; una (1) de sus principales actividades es la agricultura, con cultivos como el plátano, los cítricos, la piña entre otros. A partir de la cantidad de residuos orgánicos de naturaleza vegetal, existen diferentes métodos para su valorización. Uno (1) de ellos es la fermentación en estado sólido (SSF). Este proceso aeróbico se aplica en condiciones de humedad y temperatura controlada para que los microrganismos crezcan y se reproduzcan. Con el fin de disminuir el impacto de los residuos en los ecosistemas, y contribuir con la economía circular, se evalúan los parámetros de operación en la valorización de algunos residuos sólidos orgánicos. Se realiza la SSF en cuatro (4) biorreactores a escala laboratorio; se utilizan dos (2) residuos (cáscaras de naranja y de plátano), con sus respectivos cosustratos (lodo y compost). Previamente, los sustratos y cosustratos son caracterizados para definir las mezclas de fermentación. Los resultados preliminares concluyen que el mejor comportamiento durante las fermentaciones se da en los reactores con cáscara de naranja y compost. A partir de ello, el siguiente paso, es la realización de los experimentos a una escala mayor.