Había una vez, en la provincia de Chimbivilcas, un agricultor muy poderoso, sus campos eran los mejores y los más grandes, sus cosechas de papa eran tan grandes que nadie podía igualarlo y esto se repetía todos los años.Producía mucha papa, y toda esta papa la vendía o la cambiaba con otros productos, pero sus hijos nunca comieron esta papa; ellos solo veían cómo su poderoso padre producía más y más papa, pero ellos nunca pudieron comerla.Y esto se repetía año tras año, y este poderoso agricultor cada vez tenía más papa, pero sus hijos nunca conocieron el sabor de esta papa, nunca disfrutaron del trabajo de su poderoso padre.Hasta que una vez, sus hijos desaparecieron; y el padre los buscaba por todos sus terrenos y fuera de ellos, desesperadamente por que los quería mucho, los llamaba inútilmente, los hacía buscar con los demás agricultores, pero no los pudo encontrar.Y el tiempo pasó, y llegó el momento de la siembra, y el agricultor preparó sus terrenos, llorando por la pérdida de sus hijos, pero tenía que producir más papa, por que esa era su vida, y preparó el estiércol, y dejó el campo listo para recibir la excelente semilla que él mismo producía.Y abrió el almacén para sacar la semilla que tanto quería y encontró a sus hijos, y vio que sus hijos se habían comido la papa que él producía con desesperación, pero que jamás les hizo comer, y descubrió que sus hijos se habían convertido en … el gorgojo de los Andes.Oral tradition recorded by Luis Chacón in the community of Colquepata,