“…La pared celular fúngica de ascomicetos, basidiomicetos y deuteromicetos, y algunos oomicetos, están compuestos de β-glucanos (Douglas, 2001), que son homopolimeros de β-1,3-unidos a glucosas, con cantidades variables de cadenas de β-1,6 y β-1,4-unidos a glucosa y quitina que son responsables de mantener la rigidez celular (Gastebois et al, 2010). La reorganización estructural dinámica de la pared celular fúngica debe alcanzar una lisis parcial para hacerse de plasticidad durante los cambios morfológicos como el crecimiento celular (ramificación), división celular y germinación en hongos filamentosos o la separación celular en la levadura, donde las endo-β-1,3-glucanasas juegan un papel esencial durante tales eventos morfogenéticos (Baladrón et al, 2002;Martin-Cuadrado, et al, 2003;Hartl et al, 2011). Por lo tanto, una estrategia para descubrir agentes de control de enfermedades vegetales sería buscar en los compuestos de las plantas sustancias inhibidoras de endo-β-1,3-glucanasas como un sitio-objetivo específico de aquellos hongos cuyas paredes celulares contienen β-glucanos, específicamente en el enlace β-1,3-glucano.…”