En este trabajo se analiza la tarea de la interpretación jurídica a la luz del fenómeno de la discriminación “interseccional”. Para ello se toman en consideración las categorías que brinda la teoría trialista del mundo jurídico. Desde este marco, la interpretación es considerada una actividad necesaria e inicial del funcionamiento jurídico, cuyo fin es desentrañar y precisar un complejo de sentidos generalmente en disputa. El fenómeno de la discriminación “interseccional”, relativo a personas y grupos situados en contextos desaventajados o vulnerables, obliga a repensar la tarea interpretativa como un proceso de construcción de sentidos adjudicatarios, a partir de los cuales el derecho se realiza y se orienta hacia el mundo político, del cual también es parte.