RESUMEN: La reconstrucción de la cabeza y el cuello contempla avances importantes a lo largo de los años. Los colgajos microvasculares se han convertido en la primera opción de tratamiento en grandes defectos del territorio maxilofacial, mientras tanto, la tecnología con el uso de microscopía y luego las imágenes como CT, angiografía por tomografía computarizada, dispositivo ultrasónico, RNM o Doppler contribuyen a lograr una predictibilidad excepcional de estos colgajos microvasculares. Por lo general, la técnica de anastomosis consiste en una sutura de 9-0 en 360°, pero existen autores que han descrito diversos métodos que no son de sutura con un rendimiento aceptable. Existe un buen número de diferentes colgajos microvasculares, cuatro de ellos son los más comunes en la reconstrucción maxilofacial: fíbula, ilíaco, antebrazo radial, escápula. Además el colgajo anterolateral, muy útil en defectos de piel y tejidos blandos. La evolución de los colgajos microvasculares implica los colgajos quiméricos, muy útiles en defectos grandes. El objetivo de este artículo es describir y exponer el desarrollo de la microcirugía y las diversas opciones de colgajos microvasculares en la reconstrucción maxilofacial.