“…La DTM constituye una entidad clínica amplia y compleja, que puede cronificarse en lo que respecta a los síntomas del dolor orofacial y alteración de la movilidad mandibular. Es por ello que esta patología está incluida en la "Clasificación Internacional de los Trastornos de Cefaleas" bajo el epígrafe "cefalea o dolor facial atribuido a disfunción temporomandibular", y más recientemente en la "Clasificación Internacional de Dolor Orofacial (ICOP)" como "dolor de la articulación temporomandibular y dolor miofascial orofacial" 1,3,8 . En este sentido, se menciona en la literatura que la DTM crónica puede presentarse asociada e interactuar con otras afecciones vinculadas con el dolor crónico de la región orofacial, destacando por su frecuencia el trastorno de ansiedad, la depresión mayor, la fibromialgia y la migraña 3,[8][9][10][11] .…”