En los entornos escolares, la infraestructura urbana favorece al vehículo privado en lugar de promover la movilidad activa, lo que incide en la contaminación atmosférica y en problemas de salud en los infantes. Por ello, es fundamental evaluar la calidad del aire en las instituciones educativas considerando la reconfiguración del espacio público. En consecuencia, el objetivo es determinar los niveles de presión sonora mediante el modelo de predicción de ruido NMPB-Routes-96 y la concentración de partículas sedimentables por el método gravimétrico de captación de partículas en envases abiertos antes y después de las intervenciones de urbanismo táctico. Además, de conocer las concentraciones de Aluminio (Al), Manganeso (Mn), Zinc (Zn), Hierro (Fe), Cobalto (Co) y Cromo (Cr) mediante biomonitorización con briofitas. Los resultados de partículas sedimentables presentaron valores superiores a las normativas nacional e internacional, y con las intervenciones, se observó una reducción del 30 % en la concentración del contaminante. La presión sonora excedió los límites establecidos tanto a nivel local como nacional, y con las intervenciones no se demostró una reducción significativa. El biomonitoreo de metales, registró que las concentraciones tenían un orden de mayor a menor: Al, Fe, Mn, Zn, Cr y Co. Y se encontró una relación relevante entre la presencia de Zinc y el tráfico rodado. Adicionalmente, se mantuvieron socializaciones con los actores principales durante el desarrollo de la investigación. Se concluye que en los entornos escolares se presenta baja calidad del aire y se propone al urbanismo táctico como medida de mitigación de contaminación por tráfico vehicular.