El presente artículo parte de una investigación en la que se aborda el problema de los procesos de resistencia que en América Latina han permitido la configuración y el funcionamiento de las bibliotecas como respuesta a las problemáticas sociales. En razón de ello, se ubica conceptualmente en la geografía y en particular en el espacio, para desde allí interpelar la bibliotecología en la comprensión de los fenómenos sociales, desencadenando con ello un ejercicio metodológico de corte cualitativo con análisis de contenido en una perspectiva crítica de tal modo que la lectura y el análisis permitan situar el decir en el espacio y el espacio del decir de la biblioteca como parte de la resistencia espacial de los bibliotecarios y las bibliotecarias.