“…Hasta la fecha no se ha demostrado la superioridad de una técnica quirúrgica desde el punto de vista clínico (Aragon y Budsberg 2005, Conzemius y col 2005, por lo que la elección de la técnica quirúrgi-ca a utilizar se basa principalmente en las preferencias personales de cada cirujano (Leighton 1999). A pesar del gran desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas e investigaciones, en la actualidad no es posible restaurar la articulación afectada, ni tampoco evitar el desarrollo de una osteoartrosis secundaria (Aragon y Budsberg 2005, Cook 2010). El objetivo de todos los tratamientos para la ruptura del LCCr es reducir la inflamación, el dolor y la inestabilidad articular, con la esperanza de recuperar la función del miembro afectado (Kim y col 2008).…”