INTRODUCCIÓN. Las intoxicaciones por digoxina representan un pequeño porcentaje de las intoxicaciones atendidas en urgencias. El objetivo de este estudio fue evaluar si la administración de su antídoto específico, los anticuerpos antidigital (AcAD) se realizó conforme a los criterios de uso establecidos. MATERIAL Y MÉTODOS. Estudio retrospectivo, observacional y multicéntrico en 15 servicios de urgencias hospitalarios de ocho comunidades autónomas durante 7 años. Se recogieron datos de filiación, clínica, tratamiento y destino al alta. Los pacientes se dividieron según recibían o no AcAD y se evaluó si la indicación se hizo siguiendo los criterios establecidos en 2012. Asimismo, se analizó entre los pacientes que no recibieron AcAD si existían casos en los que se hubieran podido administrar. RESULTADOS. De los 658 casos incluidos en el estudio, se administraron AcAD en 34 ocasiones (5,2%). La indicación más frecuente fue la presencia de una bradiarritmia, en particular de una fibrilación auricular con respuesta ventricular lenta, seguida de la detección de unas concentraciones elevadas de digoxina (> 6 ng/ml). Por otro lado, de los 624 casos en los que no se administraron AcAD, en 33 de ellos (5,3%) se identificó algún criterio para que se hubieran administrado, siendo el más frecuente la existencia de una digoxinemia muy elevada (> 6 ng/ml) a las 6 horas de la última ingesta, en 31 casos. Entre los 33 pacientes a los que se podría haber administrado AcAD y no se hizo, se produjeron 6 fallecimientos (18,2%) frente a los 4 fallecimientos de los 34 pacientes (11,8%) que sí recibieron tratamiento antidótico (p < 0,001). CONCLUSIONES. Los AcAD se administran en un 5% de pacientes con intoxicación por digoxina. Al menos, otro 5% podría haberse beneficiado de su administración. La mortalidad de los pacientes que deberían haber sido tratados con AcAd y no lo fueron, es superior a los pacientes que sí recibieron tratamiento antidótico