La crisis del cuidado que fue acentuada por la experiencia pandémica por COVID-19 ha puesto en evidencia cómo las mujeres cuidadoras informales de personas dependientes asumen, con su propio cuerpo, una falta de corresponsabilidad social que distribuya de manera más justa el trabajo de cuidado que sigue sujeto a una desvalorización económica, social y cultural. En este marco, nuestro objetivo corresponderá a aportar a la comprensión acerca de cómo están siendo desplegadas territorialmente las relaciones sociales que protegen o vulneran la práctica del cuidado informal. Para ello, la investigación se sostiene en una metodología de perfil interpretativo, método cualitativo y la realización de una cartografía participativa, considerando la información producida desde la perspectiva del análisis narrativo. Este procedimiento se aplicó a una muestra constituida por 25 cuidadoras pertenecientes a seis sectores de una comuna de la región de Valparaíso, Chile. Los resultados evidencian que la cuidadora informal de personas dependientes participa del territorio en disputas de relaciones con lo público, lo privado y lo ciudadano, y particularmente en las dimensiones de lugar y tiempo, enfrentando constantes dismovilidades y desincronizaciones que obstaculizan el ejercicio del cuidado como un derecho exigible a la organización social actual.