Actualmente, la colitis microscópica agrupa tres subgrupos de patologías, las clásicas son la colitis linfocítica (CL) y la colitis colagenosa (CC), que histológicamente se distinguen por la presencia o ausencia de engrosamiento subepitelial; el tercer subgrupo corresponde a la colitis microscópica incompleta (CMI), que incluye a pacientes que no cumplen los criterios clásicos de colitis microscópica, pero que presentan cambios histológicos similares. Aunque se considera una enfermedad con baja prevalencia e incidencia, los estudios presentados en los últimos años evidencian un incremento leve de esta patología. Se han mencionado como factores causales los inmunológicos e infecciosos y se ha relacionado con el consumo de algunos medicamentos y de cigarrillo. Clínicamente se caracteriza por la presencia de diarrea acuosa crónica, que en algunos pacientes puede cursar con períodos de estreñimiento. Los tres subgrupos presentan manifestaciones clínicas similares, por lo que su diagnóstico generalmente es histológico. La colonoscopia con toma de biopsias es el pilar diagnóstico y se debe complementar con hemograma, examen parasitológico, estudios inmunológicos (anticuerpos antinucleares, IgG) y de función tiroidea. El tratamiento se basa en la suspensión de medicamentos relacionados, cambios en los hábitos alimenticios y en el uso de medicamentos, como los esteroides, subsalicilato de bismuto, 5-ASA y colestiramina. En la gran mayoría de los pacientes, la mejoría se logra con un bajo porcentaje de recidivas.