“…Las enfermedades ateroescleróticas han ido en incremento, debido al estilo de vida, condicionado a un aumento en las patologías cardiovasculares. Los aneurismas aórticos son una patología poco habitual, y su asociación con disfonía es menos frecuente; su incidencia se estima en 10 a 20 casos por millón al año (2,3,4,5). Los aneurismas de la aorta se clasifican, según su sitio de localización, en: aorta ascendente, del cayado aórtico transverso, traumáticos, distales a la arteria subclavia izquierda, aorta torácica descendente y toracoabdominales; se desarrollan debido al debilitamiento de la capa íntima de la arteria, por el incremento de la presión arterial, o síndromes como el de Marfan, embarazo, trauma torácico o iatrogenias, que destruyen la media y debilitan la íntima de la arteria (2, 6, 7).…”