Introducción. La distonía laríngea o disfonía espasmódica se caracteriza por contracciones involuntarias de los músculos laríngeos internos que se desencadenan al hablar, siendo la forma aductora la más frecuente. La inyección de toxina botulínica es el manejo de elección. Para evaluar la respuesta a la terapia existen varios instrumentos validados, uno de ellos es el cuestionario Voice Handicap Index-10 (VHI-10). El objetivo de este estudio es caracterizar a los pacientes con disfonía espasmódica aductora y evaluar el impacto de la toxina en su calidad de vida.
Método. Éste se centró en un estudio retrospectivo descriptivo en pacientes adultos con diagnóstico de disfonía espasmódica aductora tratados con toxina botulínica A, en el Hospital Clínico Universidad de Chile (HCUC), en el periodo comprendido entre 2013 y 2021. El mismo permitió la obtención de los datos epidemiológicos de los pacientes, a quienes se les solicitó responder la encuesta VHI-10 previo y posterior a un mes de cada inyección de la toxina.
Resultados. Se incluyeron 55 pacientes (218 procedimientos). La dosis promedio utilizada fue de 9,18 UI con un intervalo promedio de 7,4 meses. El puntaje VHI-10 promedio en la evaluación inicial fue de 29,4 y posinfiltración de 14,96, siendo esta diferencia significativa (p < 0,000001). En nuestra serie casi un tercio tiene asociada alguna patología neurológica, y se reportó un 3,67% de complicaciones leves y transitorias.
Conclusión. La disfonía espasmódica aductora tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, que se reduce significativamente mediante la inyección de toxina botulínica A, procedimiento que ha demostrado ser seguro y eficaz.