“…Su estudio ha tomado especial relevancia en las últimas dos déca-das en áreas áridas y semiáridas de diversos lugares del mundo, incluyendo el oeste Norteamericano (Manning, 2002;Nelson & Mayo, 2014;Welch & Allen, 2014), Nuevo México (Wilson & Guan, 2004), Sudamérica (Varni & Custodio, 2013), sur de Australia (Guan et al, 2010), sur peninsular español (Alcalá et al, 2006;Alcalá et al 2011), área mediterránea continental de la Cordillera Prelitoral Catalana (Lambán, 1998), sistemas insulares españo-les (Cardoso, 1997;Cruz et al, 2011;Cabrera et al, 2013) y el Baix Ebre en el noreste peninsular español aquí considerado (Espinosa, 2014;Espinosa et al, 2015). Un aspecto importante que afecta a la validez de las evaluaciones de la recarga en áreas montaño-sas es la estimación de la escorrentía superficial y subsuperficial media anual, incluyendo la producida en el medio no saturado (zona vadosa) debido a la formación de acuíferos colgados de funcionamiento temporal (Beven, 1989;Hardie et al, 2012;O'Brien et al, 2013;Custodio et al, 1997).…”