Introducción: las micosis oportunistas, causadas por hongos en individuos con sistemas inmunológicos comprometidos, están en aumento, lo que plantea desafíos significativos en la atención médica. Este artículo revisa la resistencia antifúngica con el objetivo de destacar su creciente incidencia y la necesidad de nuevas estrategias terapéuticas y métodos de diagnóstico precisos. Se subraya la necesidad de protocolos de laboratorio estandarizados y la implementación de técnicas sensibles para una detección temprana y un tratamiento óptimo. Métodos: se realizó una revisión sistemática en PubMed, Scopus y Google Scholar; se utilizaron términos de búsqueda y operadores booleanos tales como "(Opportunistic Mycoses) AND (Antifungal Resistance)" y "(Antifungals) AND (Resistance Genes)". A su vez, se siguieron las directrices establecidas por la declaración PRISMA y se empleó el enfoque PICO. Resultados: se evaluaron 12 estudios, 58,33 % (n=7) evaluaron la resistencia antifúngica, mientras que el 41,67 % (n=5) abordaron aspectos como mecanismos de acción y genética. El 66 % de los estudios evaluaron la resistencia de especies de Candida spp., mientras que el 16,7 % analizaron resistencias de Aspergillus spp. resultando en los patógenos más estudiados. Fueron evaluados diversos genes de resistencia en todos los estudios; además se encontró que el fluconazol es el antifúngico más estudiado, seguido de la anfotericina B y el voriconazol. Conclusión: la identificación temprana de la resistencia antifúngica, el desarrollo de nuevas terapias y la estandarización de métodos diagnósticos son esenciales para mitigar su impacto en la salud pública.