“…. Algunos de ellos son en la actualidad referencia indiscutible para conocer el rendimiento cientí-fico y académico de las instituciones de educación superior y fuente de información esencial en numerosas universidades y países para la toma de decisiones en el campo de la política científica (Marginson;Van-der-Wender, 2007;Aguillo et al, 2010). Sin embargo desde sus inicios estos rankings han sido criticados en la bibliografía científica por una serie de cuestiones entre las que destacan los criterios de selección de indicadores, la ponderación y peso que se otorga a los mismos, los errores en la toma y procesamiento de los datos o la falta de transparencia y replicabilidad de sus resultados (Bordons et al, 2010;Liu;Cheng, 2005; Van-Raan, 2005).…”