“…Mejoras en la construcción de la conciencia fonológica, la velocidad y fluidez lectora, la comprensión y el nivel de vocabulario (Andrews et al, 2016;Berchin-Weiss et al, 2016;Cihon, 2008;Schirmer et al, 2012;Trezek y Mayer, 2015;Trussell y Easterbrooks, 2013;Trussell y Easterbrooks, 2015;Trussell et al, 2017;Van Staden, 2013;Nakeva Von Mentzer, 2014;Wang et al, 2014;Webb et al, 2015). Sin embargo, 3 de los estudios no favorecieron la mejora de las habilidades lectoras del alumnado (Andrews, 2012;Holmer et al, 2017;Urbani, 2011), además, de1 de ellos (Rudner et al, 2015), se derivó que las mejoras no podían ser solamente atribuidas al programa de intervención empleado. Por otro lado, en Schirmer y Schaffer (2010), se apreciaron mejoras significativas, pero tras las vacaciones estivales se ocasionó un declive abrupto de las puntuaciones.…”