La robótica social destaca, en parte, con robots de sobremesa, que permanecen en la ubicación donde se colocan. Esto limita su área de percepción a la zona donde sus sensores alcanzan. En aplicaciones donde se desea una monitorización del usuario esta puede ser una importante limitación. Para intentar paliarlo, en el presente trabajo se propone ampliar las capacidades de percepción del robot social Mini, diseñado y construido en el grupo Robotics Lab de la Universidad Carlos III de Madrid, integrando la información proporcionada por una red de sensores IoT. Se ha desarrollado un sistema de reglas que analiza los valores ambientales medidos por la red de sensores en tiempo real y detecta situaciones anómalas o de riesgo para el usuario. Cuando se identifica una, el robot avisa al usuario y le sugiere una acción para paliarlo, además pregunta al usuario si se encuentra bien. En caso de no recibir respuesta, avisa a un familiar empleando una aplicación de mensajería instantánea.