“…Aunque se han desarrollado nuevas opciones terapéuticas que han mejorado el pronóstico para los supervivientes de trauma, entre un tercio y la mitad de los pacientes con Trastorno por Estrés Postraumático (PTSD), continúan presentando síntomas (Schottenbauer, Glass, Arnkoff, Tendick, & Gray, 2008) y el abandono del tratamiento es alto (Hembree et al, 2003) por lo que se recomienda seguir buscando nuevas alternativas terapéuticas (Lang, et al, 2012) Mindfulness y otras tradiciones contemplativas entrenan la focalización interna de la atención y promueven la observación y la indagación de pensamientos, sentimientos o sensaciones corporales con la intención de profundizar en la comprensión tanto conceptual como no conceptual de la experiencia -hace ya una década que se publicaron algunos de los trabajos iniciales sobre mindfulness en nuestro contexto en un número monográfico de la Revista de Psicoterapia: Cebolla y Miró, 2006;García, 2006;Miró, 2006;Pérez y Botella, 2006;Santamaría, Cebolla, Rodríguez y Miró, 2006;Simón, 2006. En el campo del trauma han demostrado su utilidad a la hora de trabajar con los síntomas y con el sufrimiento existencial generado por él (Follette, Briere, Rozelle, Hopper, & Rome, 2015).…”