A Blanca, mi madre (in memoriam), a Marco, mi padre y mis tres hijas: Anamaría, Daniela y Natalia… de quienes no dejo de aprender cada día a ser hijo y papá al mismo tiempo. A María Teresa, capaz de dar todo de sí y lo suyo por una causa justa. A los profesores Volnei Garrafa y Wanderson Flor do Nascimento, en la Universidad de Brasilia (UnB), por confiar en mí. A todo el personal de la UnB que me acogió y me brindó su amistad y cariño.