“…Lo anterior plantearía, entonces, la posibilidad de que la ansiedad se presente como un rasgo de los estudiantes, en sentido de ser una respuesta estable en el tiempo, más que un estado que responda a eventos puntuales del entorno (Martínez-Monteagudo et al, 2013). De ser este el caso, se podría inferir que el centro educativo podría ser un factor ansiógeno constante para algunos estudiantes, lo que se vería reforzado debido a que muchos centros educativos, y es algo común en Chile, mantienen una visión tradicional centrada en resultados de aprendizaje y deberes escolares y no existe mucha preocupación sobre el desarrollo emocional y la salud mental de los estudiantes (González & Pérez, 2015;Sandoval et al, 2018).…”